martes, 20 de noviembre de 2012

El Imperialismo, las revoluciones y contrarrevoluciones del siglo XX




El Imperialismo

El imperialismo es una actitud adoptada por un estado para pretender colocarse por encima de otros estados o comunidades.
El imperialismo se puede entender como el dominio que ejercen las naciones más poderosas sobre otras más débiles. Pero generalmente se denomina imperialismo al proceso de expansión económica que tuvo lugar en Europa a mediados del siglo XIX, sobre todo a partir de 1870, y éste fue conocido como imperialismo librecambista.
A partir de finales del siglo XIX el imperialismo se caracterizó sobre todo por la dominación económica impuesta por las potencias sobre naciones más pobres, ya que la dominación política cada vez fue más puesta en duda.
A finales del siglo pasado y comienzos de este (XXI) , se ha calificado como imperialista la política exterior de Estados Unidos y su intervencionismo en diversos conflictos, siempre desde voces ideológicamente críticas con la línea política estadounidense, siendo esta una acepción moderna estrictamente ideológica de un término cuyo significado más clásico se ciñe a formas de dominio en su sentido más estricto.
El imperialismo, tiene un sentido más amplio( si se compara con el colonialismo) que remite al control o influencia ejercido sobre otra región, sea o no de forma oficial y directa, e independientemente de que afecte al terreno económico o político.



Definiciones sobre Imperialismo
El término imperialismo hace referencia a la actitud, doctrina o acción que conduce al dominio de un estado sobre otro u otros mediante el empleo de la fuerza militar, económica o política.
Durante el último tercio del siglo XIX las potencias europeas y algunas extraeuropeas (USA y más tarde Japón) desarrollaron una política de expansión colonial acelerada que ya venía gestándose desde comienzos de siglo. Esta nueva fase del colonialismo, que recibe la denominación de imperialismo, tendía a la formación de grandes imperios y constituyó una constante fuente de conflictos que desembocaron en la 1ª Guerra Mundial.

Los cambios en el Sistema Mundial

A comienzos de 1930, a una economía semi-industrial dependiente. Se deja atrás el viejo federalismo económico de las etapas de la economía primaria de subsistencia y de transición, para reemplazarse por la formación del mercado nacional y la articulación de una política de desarrollo integrado de la economía argentina. En esta época, se fusionan dos factores de origen interno y la transformación del contexto externo que encuadraría el desarrollo de nuestro país al promediar el siglo XIX.
En la fisonomía interna, la ocupación total de las tierras dentro de la frontera pampeana pondría punto final al proceso tradicional de crecimiento de la producción rural destinada a la exportación, volcando la atención en la ocupación de nuevas tierras. Pero el rápido aumento de la producción agropecuaria y de las exportaciones era inadmisible sin la conquista y explotación de nuevas tierras cercanas a la zona pampeana que contasen con mayores instalaciones de servicios básicos (especialmente transporte con conexión al puerto para las producciones exportables). A partir de aquí, las exportaciones dependieron del cambio tecnológico y la mecanización de las explotaciones rurales.
Por otro lado, el tamaño y la complejidad de la estructura económica argentina imponía la integración de la actividad productiva conjuntamente con el desarrollo industrial.
En el plano internacional, se alteró el papel de la economía mundial con la pérdida de dinamismo de la demanda de productos agropecuarios, especialmente de orden primario.
Esta combinación de circunstancias, internas y externas, determinó que se derrumbara el rol hegemónico del sector agropecuario de la región pampeana como actividad promotora del desarrollo nacional. Además, trajo como consecuencia el quiebre entre el sistema argentino y su vinculación con el exterior que le aportaba a nuestra economía importantes cobros generados en las exportaciones.
En la presente recopilación y clasificación de datos referentes a la historia económica de nuestro país, se analizarán los cambios producidos en la economía mundial, que luego influiría de manera notoria en el desarrollo de la República Argentina de los últimos años.

                              La crisis económica de 1930


La economía y su consecuencia a nivel mundial
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el progreso técnico había acelerado la expansión del comercio internacional, el flujo internacional de capitales y las corrientes migratorias. La crisis de 1929 pone punto final a este proceso, debilitando las relaciones económicas internacionales.
La depresión mundial de 1929 provocó, en los países industrializados, la disminución de sus importaciones y llevó a estos países a adoptar medidas proteccionistas para afrontar tal efecto.
La contracción del comercio internacional, la disminución de los ahorros en países exportadores de capitales y la dificultad de los países deudores para pagar sus deudas, provocaron una gran disminución en lo que respecta a la corriente internacional de capitales, afectando en especial a los países basados en la producción y exportación de productos primarios.
Simultáneamente, decrece el porcentaje de inversiones en las obras de infraestructura destinadas a proporcionar servicios básicos al sector exportador o necesarios para la economías internas en crecimiento, debido a las dificultades financieras de los gobiernos de los países deudores.
A través de los diferentes factores mencionados con anterioridad, se produjo una ruptura, durante la década de 1930, del conjunto de relaciones dentro de las cuales se había desarrollado el proceso de integración de la economía mundial a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Estos factores interfirieron en las rutas tradicionales de comercio y en el funcionamiento de los mercados internacionales de capitales.

La transformación económica en Argentina

A comienzos de 1930, nuestro país había adquirido ya una dimensión económica considerable en términos de población e ingreso por habitante. A través de esto, se produce un aumento en la demanda interna y una simultánea diversificación de la misma, que sin embargo, no tenía repuesta en la estructura productiva debido al rudimentario desarrollo industrial. Esto se debía a que existía un alto grado de abastecimiento externo de productos manufacturados para consumo e inversión. De cualquier forma, en 1930, ya no se puede hablar de una base económica fundada en el modelo primario exportador; se requería la incorporación de la industria como elemento dinámico del crecimiento y transformación de la estructura productiva.
A los cambios de la realidad interna se añadieron los cambios en la economía mundial que, hacia 1930, profundizaron la crisis de modelo agroexportador, restringiendo severamente las exportaciones agropecuarias.
El país, debido a su incapacidad, no pudo emitir respuesta alguna para enfrentar los nuevos problemas y formar una economía industrial avanzada. Esta incapacidad determinó el progresivo aislamiento de la economía argentina respecto de las corrientes dinámicas del comercio y las inversiones internacionales. Este aislamiento fue acompañado por una drástica reducción de inversiones en el país.
El viejo esquema de la dependencia externa constituye un obstáculo grave al crecimiento y somete a la economía a graves tensiones como las crisis cíclicas y la alta tasa de desempleo.

Neocolonialismo: 
Las nuevas conquistas territoriales en África, 
Asia y Oceanía
























ÁFRICA
Continente, parte del Viejo Mundo, con 30.281.812 km2, más de 600.000.000 h en 1990 y 20 h/km2, se extiende en forma de pera invertida en unos 8000 km de N a S por unos 7500 de E a O. Los mares Mediterráneo y Rojo la separan de Europa y Asia, respectivamente, si bien a esta última está unida por el istmo de Suez. El océano Atlántico la baña por el O y el Índico por el E y S.
ASIA
El más extenso y populoso de los continentes, parte del Viejo Mundo, con 44.178.785 km2 -casi un tercio de las tierras emergidas-, 2.785.299.000 h -más de la mitad de la población del planeta- y 63 h/km2. Está situada dentro del hemisferio boreal,salvo la mayor parte de Indonesia, que queda al S del ecuador. Mide un máximo de unos 9600 km de E a O, por alrededor de 8000 de N a S. La separación de Europa es convencional: los montes Urales y del Cáucaso, ambos en la ex URSS; con África el límite es el istmo egipcio de Suez, cortado hoy por el canal de este nombre; de América la aísla el estrecho de Bering. Por el N, Asia está bañada por el océano Glacial Ártico, por el E por el Pacífico y por el S por el Índico.
OCEANÍA
El más pequeño de los continentes, en cuanto a tierra emergida se refiere, con 8.945.724 km2 y una población de solo 29.128.000 h. Situada aproximadamente entre los meridianos 130° E y O de Greenwich, incluye la mayor isla de la Tierra, Australia, varias otras islas importantes y millares de otras islas, islotes y atolones. Convencionalmente, suele agruparse a los conjuntos insulares en Australasia, Micronesia, Melanesia y Polinesia. Australia es el gigante oceánico: 86 % del territorio del continente y 60 % de la población; siguen Papúa Nueva Guinea (5 % y 12 %, respectivamente) y Nueva Zelanda (3 % y 12 %). Los otros ests. independientes, todos ya mucho menores, son: Salomón, Fiji, Vanuatu, Samoa Occidental, Kiribati, Tonga, Tuvalu y Nauru.
Son dependencias australianas las islas de Norfolk y Macquarie; neozelandesas las de Cook, Niue y Tokelau; británica, Pitcairn; francesas, Nueva Caledonia, Wallis y Futuna, Polinesia Francesa y Clipperton; estadounidenses, Guam, Hawai, Midway, Samoa Americana, Wake, Marianas Septentrionales, Estados Federados de Micronesia,Palau (Belau) y Marshall; Indonesia, Irian Occidental (o Nueva Guinea Indonesia); y chilenas,Pascua y Sala y Gómez.

          Las alteraciones de la vida política
La expansión del modelo de las democracias liberales, las Revoluciones y las Contrarrevoluciones

Distinción entre Imperio informal, neocolonialismo e imperialismo


Imperialismo informal

El concepto de imperialismo informal o neocolonial, se refiere a la influencia y el predominio que una potencia ejerce sobre un país de manera económica, social y cultural. Se habla de imperialismo informal, por ejemplo, cuando los intereses de una potencia dominan la economía de otro país, ya sea porque sus empresas controlan las actividades mas significativas (por ejemplo son dueñas de los principales yacimientos petrolíferos) o bien porque esa potencia es la principal compradora de los bienes que exporta el país dominado. En estos casos, el país dominado es políticamente independiente, pero sus decisiones económicas están fuertemente condicionadas por los intereses de la potencia dominante.

La diferencia radica en que en que se caracteriza la segunda por un control indirecto 

El imperialismo es una doctrina política que pretende situar por encima de otros Estados o comunidades al propio. En relación al colonialismo y neocolonialismo es la base de estos, porque con frecuencia existe un IMPERIO que coloniza determinado territorio o población, habiendo así anexiones de territorios y formación de colonias; y es también la base de lo que significa la colonización.
La diferencia con ambos es que el colonialismo y el neo..., son procesos subyacentes al de un imperialismo.

Las alteraciones de la vida política
Uno de los acontecimientos más relevantes de nuestro tiempo es la irrupción del neoliberalismo en la escena pública. Tan relevante como inesperada; hace dos decenios nadie hubiera pensado en el renacimiento del liberalismo. Sin embargo, hoy están en pleno auge las políticas que reducen las funciones y los poderes del Estado, la venta de empresas paraestatales y la contracción del gasto público. En correspondencia, observamos una revalorización de las ideas que condenan la igualdad y la justicia y que en su lugar enarbolan la libertad individual. En suma, estamos presenciando el desmantelamiento del Estado Desarrollista-Reformista y la instauración del Estado Neoliberal.

Estado Benefactor - Estado Liberal
Si la justicia social no tiene por qué existir, tampoco tiene por qué haber Estado benefactor. La única justicia posible es la que se refiere al derecho de poseer lo que se ha producido, y al derecho de transferir a otra persona, si se desea, esos bienes. Para garantizar este tipo de justicia, lo único que se requiere es el "Estado mínimo". Es inmoral que el Estado rebase los límites preestablecidos; cualquier otra tarea que el Estado desempeñe es inadmisible porque afecta la libertad individual.
Una vez que se batió en los dos frentes, o sea, contra la ausencia de Estado y contra la presencia de un Estado ampliado, Nozick presenta su concepción del mejor de los mundos posibles, su utopía. Por tal motivo se remite a las tesis clásicas del liberalismo según el cual todos los hombres son distintos y tienen diversidad de objetivos. Entonces cada individuo tiene una imagen diferente de aquello que debe ser lo mejor. Las personas difieren en temperamento, interés, capacidad intelectual, aspiraciones, tendencias naturales, especulaciones y la clase de vida que desean seguir. De allí que la utopía en general debe ser el marco para las utopías particulares, un lugar donde cada quien pueda perseguir sus propios objetivos, pero donde nadie pueda imponer su criterio sobre los demás.
Ahora bien, a diferencia de las corrientes utópicas que plantean un modelo ideal acabado, Nozick propone ciertos mecanismos de diseño y de filtro, esto es, instrumentos que prueben y corrijan el modelo hasta que se llegue a una condición satisfactoria. "Ninguna pauta es impuesta a cada uno, y el resultado sería una sola pauta si, y solo si, cada uno, voluntariamente, decide vivir de conformidad con esa pauta de comunidad". Concluye que el marco de la utopía que diseñó es equivalente al "Estado mínimo".

Revoluciones y contrarevoluciones del siglo XX



La Revolución Mexicana


La revolución mexicana tuvo muchos caudillos, se garantizó el 20 de Noviembre, pero ya se había iniciado el día 17 en la casa de los hermanos Serdán, dentro de la revolución brillaron infinidad de planes, uno de los que más eco tuvo dentro del grueso de la población campesina fué la frase de Emiliano Zapata, TIERRA Y LIBERTAD , dicha frase se puede decir que fué el himno de muchos de los campesinos que tomaron parte en la lucha contra la dictadura, se puede localizar dentro del famoso PLAN DE AYALA, formulado por Emiliano Zapata.
La tiranía del gobierno, los tratos infrahumanos de que eran objeto, los campesinos, las inhumanas jornadas de trabajo, y las pésimas condiciones de trabajo de los obreros, de todos estos personajes que lucharon juntos para mejorar sus condiciones de existencia, y sus perspectivas de un futuro mejor, destacaron algunos por sus ideas progresistas, otros por su tenacidad para combatir en el campo de batalla, de los principales podemos citar algunos que también dieron a la revolución sus planes, como Venustiano Carranza y su PLAN DE GUADALUPE, Francisco I. Madero y su PLAN DE SAN LUIS POTOSI, llamado así para distinguirlo de San Luis Missouri, Francisco Villa tenía en la lucha armada, los hermanos Carmen, Aquiles y Máximo Serdán, Felipe Angeles, Jose Ma. Pino Suárez, los hermanos Flores Magón, Belisario Domínguez, Alvaro Obregón y muchos otros.
Debemos tener en cuenta que paso mucho tiempo para que se dieran las condiciones necesarias para que no fuera un fracaso, mucho tiempo de organización, muchísimas muertes por todas partes de la República Mexicana, donde también hubo muchos destierros de personas que se oponian al régimen de Porfirio Díaz.
Una vez que terminó la lucha armada, se procedió a organizar políticamente el país, se cambió al Presidente, pero se continuo con el mismo gabinete político, lo que originó que empezara una Época de Anarquía Política en la que se cambiaba de personas dentro de la política cuando llevaban poco tiempo en el poder, ésta terminó con la llegada de Cárdenas a la Presidencia.

Los movimientos campesinos y la reforma agraria


Siglos de infamia

Prácticamente desde la época de la independencia, el campo nicaragüense, como el de toda América Latina, se había caracterizado por una distribución de la tierra extremadamente injusta. Una pequeña minoría de terratenientes concentraba la mayor parte de las tierras, que además solían ser las más aptas y productivas. Por el contrario, la gran masa de campesinos se repartía un porcentaje mínimo de tierra y buena parte de ellos incluso carecía de cualquier propiedad. Las tierras en manos de los campesinos solían ser, además, las de peor calidad.
Los campesinos nicaragüenses nunca aceptaron pasiva y sumisamente su suerte. Fueron los protagonistas de los sucesivos levantamientos liberales que salpicaron los primeros 100 años de historia del país. Sin embargo, también fueron los primeros en ser traicionados por cada gobierno que solicitaba su apoyo. Acostumbrados a poner siempre los muertos para no conseguir nada, el grito revolucionario de Sandino contra la oligarquía y el imperialismo galvanizó el alma herida de los campesinos y les puso en pie de guerra durante casi ocho años. Esta vez no fueron traicionados por su líder, pero los errores ya comentados de Sandino se saldaron con la derrota de la insurrección. El péndulo de la sociedad nicaragüense giró a la derecha por todo un período.
La noche del somocismo fue especialmente negra en el campo. La expansión del algodón arrebató a muchos pequeños propietarios las mejores tierras y empujó a muchos de ellos, arruinados, hacia las ciudades. Los que se quedaron fueron condenados a sobrevivir entre el saqueo de la mafia somocista y la expoliación de la gran burguesía agraria. Ante cualquier protesta, los gánsteres de la Guardia Nacional y la policía actuaban como brazo armado del capitalismo en expansión.

La estructura de explotación capitalista en el campo

Nicaragua no era una economía de plantación, como sí lo era su hermana Guatemala; basada en grandes haciendas productoras de banano u otros productos bajo la propiedad directa de multinacionales yanquis como la United Fruit y otras. En el caso nicaragüense predomina la propiedad agraria en manos de propietarios nacionales y ésta se halla más repartida que en los países vecinos. "Nicaragua es, junto con Costa Rica, el país donde las fincas multifamiliares grandes (la gran burguesía agraria) concentran mayor proporción de tierra. Pero al mismo tiempo es el país donde las unidades familiares y multifamiliares medianas (la pequeña y mediana burguesía rural) tienen mayor peso en la estructura de tenencia: casi la mitad del total de unidades, con más de la mitad de la tierra" (Carlos M. Vilas, Perfiles de la revolución sandinista).
Sin embargo, respecto a la distribución de la producción agropecuaria el campesinado aportaba una cuarta parte del total y la burguesía mediana casi la mitad. La gran burguesía sólo representaba un tercio de la producción pero concentraba la mayor parte de las tierras, lo que da cuenta de su ociosidad. El 65% de los terratenientes ni siquiera habitaban sus fincas y haciendas. Además, esta gran burguesía parásita tendía a controlar las redes exportadoras, que era la parte más rentable del negocio. El 70% de la producción de café destinada al comercio mundial estaba controlada por un puñado de grandes propietarios.
La expansión del algodón, además de despojar a una parte de los campesinos más humildes de sus tierras, también tiende a supeditar al pequeño productor agrario a los grandes propietarios. Entre el 50 y 60% de la producción algodonera se realizaba en tierras arrendadas a los terratenientes. Además, miles de pequeños y medianos campesinos se veían sometidos a los designios de 28 empresas desmontadoras, 11 exportadoras y tres bancos que en la práctica eran quienes decidían cuánto se producía, a qué precios, etc. El 75% de las ventas de algodón en rama eran controladas por las desmontadoras y el 95% de las ventas de algodón oro estaba en manos de intermediarios.
En el resto de sectores la situación no era muy diferente: el 50% del mercado de café lo controlaba una sola firma. Un puñado de grandes compañías imponía sus condiciones a la masa de campesinos productores. Lo mismo ocurría en la ganadería, donde unos 30.000 productores se encontraban a merced de cuatro grandes mataderos.
El mecanismo básico de dominación por parte del imperialismo y la gran burguesía nacional sobre la economía nicaragüense, además de este control de las empresas transformadoras y comercializadoras, eran los infinitos y sutiles tentáculos del capital financiero. "Los productores pequeños no tenían acceso al crédito bancario y dependían del financiamiento de los comerciantes o del capital agroindustrial, quedando endeudados por adelantado, entrampados en un sistema de ventas forzosamente anticipadas de las cosechas, sin capacidad de injerencia en el precio de las mismas".

La reforma agraria de 1981


Como explica Marvin Ortega en su análisis sobre La reforma agraria sandinista: "La Ley de Reforma Agraria emitida tenía el espíritu de no liquidar todo el latifundio (...) se podía expropiar a cualquiera, pero dentro de límites en que no se liquidaba al gran propietario, ya que dentro de este estrato se encuentran las principales fincas de la gran propiedad del país. Además (...) prevaleció la voluntad de fortalecer las propiedades estatales y las cooperativas de producción. Es decir se dedicaron el grueso del crédito, de las inversiones, de la asistencia técnica y los servicios sociales del Estado a fortalecer las empresas estatales y las cooperativas de producción. Detrás de la voluntad mencionada se encontraba la necesidad del Estado de contar con un eje productivo en el agro, capaz de romper la hegemonía de la burguesía en el sector agropecuario, pero al mismo tiempo se expresaba el deseo de avanzar hacia formas socialistas de producción, concebidas como formas superiores de organización".
La revolución sandinista podía y debía haber nacionalizado toda la tierra y procedido a su reparto a los campesinos. Eso fue lo que hicieron los bolcheviques en Rusia en 1917 en un contexto parecido, en el que la demanda de tierras por parte de los campesinos era un clamor. El efecto de esta medida, como ocurrió entonces en Rusia, hubiese sido el de establecer una alianza de acero entre la revolución y las masas campesinas. Esto, unido a una política de créditos blandos y con todo tipo de facilidades por parte de la banca (que estaba en manos del Estado), además de desarrollar el agro e incrementar la productividad, habría servido para demostrar a los campesinos, no con discursos sino con hechos, que el socialismo no significaba ninguna amenaza a sus pequeñas propiedades, todo lo contrario. Esto habría segado la hierba bajo los pies de las bandas contrarrevolucionarias financiadas por el imperialismo estadounidense.
Al mismo tiempo, la revolución podría haber fomentado con los campesinos más empobrecidos y los jornaleros tanto cooperativas como explotaciones colectivas de propiedad estatal. La incorporación de los campesinos a dichas explotaciones sería completamente voluntaria y habría servido para ir convenciendo paulatinamente a todos los campesinos que así lo deseasen de las ventajas de trabajar la tierra de forma colectiva y aplicando los avances tecnológicos más recientes. Esta fue precisamente la posición que defendieron los marxistas de la Oposición de Izquierdas en la URSS.
Pero la reforma agraria de 1981, al tiempo que dejaba de repartir tierras a los campesinos, o reducía este reparto a la mínima expresión, mantenía la mayor parte de los latifundios en manos privadas. Lejos de ser una reforma agraria socialista era un intento administrativo de hacer frente a la escasa productividad del campo impulsando granjas estatales pero sin erradicar el latifundio. Si había alguna concepción ideológica que inspirase esta reforma no era el marxismo sino las ya comentadas ideas sobre la economía mixta y, seguramente, la presión y métodos burocráticos de los asesores soviéticos enviados por la casta burocrática estalinista de la URSS.
Revolucion rusa


El proceso revolucionario que se inicia en el Imperio zarista en 1905 y culmina en octubre de 1917 constituye uno de lo fenómenos más importantes del siglo XX. La transformación fue grandiosa. Un Imperio mastodóntico, gobernado por un autócrata, se transformó en república federal socialista; una sociedad de campesinos empobrecidos se elevó a la condición de gran potencia industrial.
Al representar la primera experiencia de revolución social se convirtió en el modelo de todos los revolucionarios de la centuria: China, Cuba, bastantes países europeos y africanos intentarían reproducir los pasos de los soviets rusos. Miles de libros y varias generaciones de historiadores, politólogos, economistas, sociólogos, ensayistas se han ocupado del gran acontecimiento.
¿Fue el cambio un accidente, un golpe de fortuna para unos revolucionarios profesionales que aprovecharon las circunstancias propicias de la Primera Guerra Mundial? ¿Se trató de un proceso meticulosamente preparado? ¿O simplemente debe ser considerado el resultado fatal de los errores del zarismo, un sistema político que permanecía de espaldas a los cambios del mundo?
El proceso derivó en una dictadura, en el momento en que Stalin, a la muerte de Lenin, se convirtió en el conductor supremo de la Revolución. ¿Se trató de una desviación del proceso? Así se había interpretado, y en abono de esta hipótesis se recogían advertencias de Lenin acerca de las tendencias autocráticas de Stalin. Pero no es un tema definitivamente resuelto. Documentación publicada recientemente, después de la apertura de los archivos soviéticos, muestra que un similar designio dictatorial albergaba Lenin, aunque la enfermedad no le permitiera materializarlo.

Idea General de la Situación Antes de la Revolución

En el siglo XIX Europa Oriental (Turquía, Rusia, Austria) tenía un economía netamente agraria con una relación laboral de tipo feudal. No había industrias, por lo tanto la burguesía industrial casi no existía. Los grandes terratenientes dueños de extensas zonas de tierras fértiles explotaban a los campesinos. Políticamente Rusia era un imperio conducido por un zar, dueño de un poder absoluto, con decisiones únicas sin cuestionamientos.
Los campesinos que conformaban un 85% de la población vivían en condiciones de extrema pobreza, al intenso frío se sumaba el hambre y las pestes debido a su debilidad. Los campesinos comenzaron a organizarse para tratar de rebelarse contra este sistema injusto y opresor. El gobierno ruso percibía esta inconformidad popular y decidió iniciar una serie de reformas: a) Social: abolió la servidumbre y b) Económico: permitió la entrada de capitales extranjeros para la instalación de industrias, que en realidad fueron muy pocos. A pesar de estas medidas las gente no mejoró su estándar de vida y siguió pasando por las mismas penurias. Los campesinos también recibieron el apoyo de una gran masa de estudiantes y a partir de 1880 comenzaron a fortalecerse para luchar contra el poder del zar Nicolás.
En 1905 Rusia pierde la guerra con Japón, y el país se encuentra en una situación de debilidad política, por lo tanto la oposición aprovecha para crear una revuelta en San Petersburgo, denunciando la incompetencia del monarca.
Como medida de reacción el zar reprime a los manifestantes y dispara en las puertas del Palacio de Gobierno, matando a más de cien hombres y mujeres. También se rebelan los marineros del acorazado Potemki. De igual manera el zar acepta las quejas y acepta la creación de una especia de parlamento, llamado Duna que debía trabajar en combinación con el zar, pero cuando éste fue presionado automáticamente la disolvió. De esta manera las primeras reformas liberales fracasaron, pues el zar, ni los nobles estaban dispuestos a ceder sus derechos y privilegios.
Además Rusia había entrado en la primer Guerra Mundial y su economía estaba estancada debido a los costos de la guerra y a que los hombres debieron dejar sus tierras para alistarse como soldados. No había comida, combustible, materia prima, etc.

La caída del zarismo
La participación de Rusia en la I Guerra Mundial fue catastrófica. El hundimiento del zarismo hay que entenderlo en ese contexto: continuas derrotas, incompetencia militar, pérdidas territoriales, dos millones de muertos, desmoralización de las tropas, desabastecimiento, subida de los precios y hambre de la población. El malestar consiguiente favoreció la aparición de focos de protesta entre el conjunto del pueblo y los grupos de oposición política.
En febrero de 1917 estallaron en la capital manifestaciones espontáneas de mujeres en demanda de pan y paz. A estas quejas pronto se sumaron los obreros en huelga y otros grupos sociales. La represión fue contundente: el ejército sacó sus tropas a la calle, detuvo manifestantes y la Duma fue clausurada.
Pero las protestas continuaron y llegó un momento en que los soldados, desobedeciendo a sus superiores, se negaron a disparar sobre los manifestantes. Era el final del zarismo. Nicolás II tuvo que abdicar y Rusia se convirtió en una república dirigida por un Gobierno provisional de carácter liberal-democrático.
En paralelo, resurgió el Soviet de Petrogrado (como había pasado a llamarse San Petersburgo). Y siguiendo su ejemplo, proliferaron los soviets de obreros, campesinos y soldados por las ciudades más importantes del país.
El Gobierno provisional fue incapaz de imponer el orden y resolver las exigencias sociales cada vez más extendidas: el fin de la guerra, el abastecimiento de la población y el reparto de tierras entre los campesinos.

Bolcheviques

Se dio durante la primera guerra mundial, en el año de 1917 Rusia era un país pobre y muerto de hambre porque el Zar Nicolás II le importaba muy poco el pueblo y mucho del dinero con el que contaba Rusia estaba en manos del Zar por lo mismo de ser país pobre, no quería entrar en la guerra porque no tenia los recursos necesarios como para llevarla a cabo, pero tuvo que entra porque tenia Vínculos diplomáticos y económicos muy fuertes con Inglaterra y Francia, el pueblo estaba muy inconforme con toda esta situación, y hubo tres partidos que se aprovecharon de esto: los trudovicos, los mencheviques y los bolcheviques. Los bolcheviques tienes el deseo de sacar a Rusia de la guerra y ponerle atencióna su reconstrucción a la cabeza de los bolcheviques se encontraba Lenin. Un buen día, Lenin junto a los  bolcheviques y derrocaron al Zar NicolásII (luego lo asecinaron junto con su familia) y quedo al mando Trosky, pero éste tampoco dio resultados deseados y tambien lo quitaron del poder (y escapo a México) después de eso Lenin tomo el poder, y a pesar de las amenazas de Francia y de Inglaterra logro sacar a Rusia de la guerra. Crea la URSS (union de repúblicas  socialistas sovieticas) y pone en marcha su plan de reconstrucción. Después muere y deja a cargo del poder a su mano derecha:  Iósef Stalin.

El fascismo italiano

Gran Bretaña y Francia se comprometieron a que en caso de victoria, Italia recibiría importantes compensaciones territoriales en el norte de Italia, el Adriático y en África. Pero, una vez acabada la guerra, Italia solo obtuvo uno pequeños territorios. Los italianos se sintieron decepcionados y decían que Italia había sido engañada por los aliados y sólo había obtenido una < victoria mutilada>.
Benito Mussolini, antiguo militante socialista, era un ex combatiente que supo conectar con los anhelos de muchos antiguos soldados, que volvían de la guerra decepcionados y sin trabajo. En poco tiempo Mussolini creó en Milán la primera agrupación fascista (marzo de 1919), embrión del Partido Nacional Fascista (1921). El nuevo partido se caracterizaba por su nacionalismo exacerbado, la voluntad de implantar una dictadura, el uso de una simbología característica y finalmente, la reivindicación bastante vaga de cierta reforma social.
Italia estaba sumergida en una grave crisis económica, el país vivía permanentemente en un clima de enfrentamiento social: los obreros protagonizaban grandes movimientos huelguísticos en reivindicación de mejoras salariales, mientras que los campesinos pobres pedían tierras y ocupaban los latifundios de los terratenientes. Mussolini aprovechó la crisis política en que vivía Italia para organizar una demostración de fuerza, la Marcha sobre Roma (octubre de 1922), que consistió en la llegada a esta ciudad de miles de fascistas procedentes de todos los rincones del país. El rey, impresionado por la fuerza del fascismo, nombró a Mussolini jefe de gobierno.
Ya en el poder, Mussolini cambió la ley electoral para ganar con comodidad las elecciones; una vez dispuso de mayoría absoluta, expulsó del Parlamento a los diputados de la oposición, ilegalizó los partidos y sindicatos, salvo el fascista y, finalmente, proclamó la dictadura fascista. Mussolini fue considerado il Duce, “ el caudillo” y gozaba de una poder casi ilimitado. Desde un punto de vista económico, el fascismo favoreció la modernización de Italia con la mejora de la agricultura, con las llamadas batalla del trigo, la construcción de autopistas y ferrocarriles y la creación de un sector industrial de titularidad pública. El gobierno fascista potenció la natalidad y aprobó una legislación social que protegía a las clases trabajadoras en caso de accidente laboral, enfermedad y vejez. Por otra parte intentó controlar el asociacionismo infantil y juvenil con la creación de organizaciones que adoctrinaban políticamente a la juventud.

El fascismo alemán: nazismo

En noviembre de 1918 los obreros y los marineros de la flota de guerra de Alemania encabezaron una revolución que pedía el fin de la guerra y la democratización del país. El emperador Guillermo II, falto de apoyo, tuvo que abdicar; de inmediato, se proclamó la República. La nueva república alemana, que se conocía con el nombre de República de Weimar porque la constitución se aprobó en esta ciudad, tuvo que hacer frente a una situación muy crítica derivada de las consecuencias del trato de Versalles y las reparaciones de guerra. Terminada la guerra, Alemania se hallaba en una situación caótica. Adolf Hitler ingresó en un pequeño partido, el Partido Obrero Alemán, del que pronto fue el líder. Este partido rechazaba el tratado de Versalles, pedía el rearme de Alemania, la unión con Austria, la participación de los obreros en los beneficios empresariales y sobre todo, propugnaba un antisemitismo feroz. El partido que poco después se denominó Partido Obrero Nacionalsocialista Alemán o partido nazi, organizó un golpe de estado (noviembre de 1923), que fue un completo fracaso. Hitler fue encarcelado y el nazismo perdió su fuerza inicial.
Pero las cosas cambiaron radicalmente tras el crac de 1929. Los capitalistas norteamericanos repatriaron el capital invertido en Alemania, lo cual ocasionó la quiebra de muchas empresas alemanas, y por consiguiente, la aparición de un amplio número de parados. Hitler supo aprovecharse del descontento popular: el partido nazi pronto se convirtió en el grupo mayoritario del Parlamento, y Hitler fue nombrado canciller. Los nazis aprovecharon el poder conseguido democráticamente para instaurar una dictadura, de la que Hitler, proclamado Führer,”conductor”, era el líder indiscutido.
El nuevo régimen, denominado Tercer Reich , era una dictadura totalitaria que controlaba todos los aspectos de la vida de los alemanes. Todos los partidos fueron prohibidos, excepto el nazi y el funcionariado fue depurado. El aspecto más característico y cruel del nazismo fue su carácter racista y antisemita. Los judíos eran considerados una raza inferior y degenerada, fueron sometidos a todo tipo de discriminaciones y vejaciones. Mediante las leyes de Nuremberg, fue desposeídos de la ciudadanía alemán y se les prohibió el ejercicio de determinadas actividades profesionales, a la vez que los matrimonios mixtos entre alemanes y judíos. La noche del 9 a l0 de noviembre de 1938 (<la noche de los cristales rotos>, los militantes nazis asaltaron los barrios judíos y asesinaron a cientos de personas. Lo peor, llegó con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando el régimen nazi asesinó en los campos de exterminio unos seis millones de judíos y de personas de otros grupos étnicos considerados inferiores.
La Segunda Guerra Mundial estalló por la actitud del régimen nazi, que gobernaba Alemania desde 1933. De hecho, Hitler ya había descrito en el libro Mein Kampf, “Mi lucha” los objetivos de la política exterior del futuro Estado nazi: la anexión de todos los territorios donde existieran minorías de habla alemana e incluso la ocupación de regiones históricamente no alemanas pero que tenían un interés económico y demográfico. Con la llegada de Hitler al poder y el establecimiento del Tercer Reich, Alemania se preparó para la guerra. Al estallar la Guerra Civil española, Hitler ayudó de forma decisiva al bando de Franco con material y soldados. Aún más grave fue la anexión de Austria a Alemania, precedida, cuatro años antes, del asesinato por parte de los nazis del canciller austríaco Dollfus por haberse negado a ello. Hitler reivindicó la región de los Sudetes, zona fronteriza de Checoslovaquia. Francia y el Reino Unido, aliadas de Checoslovaquia, se opusieron inicialmente a la anexión de este territorio; durante unas semanas el mundo estuvo a punto de ver el estallido de una guerra, pero finalmente, en la conferencia de Munich esos dos estados aceptaron la ocupación de los Sudetes. Pero Hitler no tenía bastante: en marzo de 1939, ocupó el resto de Checoslovaquia y estableció el protectorado sobre una parte del país, mientras que la otra, Eslovaquia, se convertía en un estado satélite de Alemania.



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